HISTORIA DEL TATUAJE (PARTE III): Las tres primeras mujeres tatuadoras de la historia

Los tatuajes constituyen una práctica tan antigua como el ser humano y una costumbre que ha estado presente en diferentes culturas a lo largo del tiempo (HISTORIA DEL TATUAJE (PARTE I): Ötzi, el Hombre de Hielo). Sin embargo, durante muchos años, el mundo del tatuaje fue una industria dominada por hombres, todo ello fruto de los arraigados convencionalismos sociales que imponían que la profesión de artista del tatuaje no era “cosa de mujeres”.

Pero hubo tres mujeres, que, pese a todas las dificultades, no se conformaron y lucharon por seguir su pasión, rompiendo las barreras propias de su tiempo para convertirse en auténticas pioneras de la industria del tatuaje.

Maud Wagner: la primera tatuadora de Estados Unidos

La primera mujer tatuadora la encontramos a finales del siglo XIX: Maud Stevens Wagner.

Maud nació en Kansas, Estados Unidos, en 1877 e inició su carrera en el mundo del circo como contorsionista y trapecista. Fue precisamente en ese mundo donde, al poco tiempo, conoció al que después se convertiría en su marido, Gus Wagner, quien tenía varios tatuajes en su cuerpo y, además, era tatuador.

Maud enseguida quedó fascinada por el arte del tatuaje y decidió que quería aprender a tatuar. Por eso cuando Gus le pidió una cita, Maud le puso una condición: accedería a salir con él siempre y cuando le enseñara su oficio. Gus aceptó el trato y, a partir de ahí, Maud pudo hacer realidad su pasión por los tatuajes, tatuándose y tatuando.

maud wagner
maud wagner

Ambos se convirtieron en una pareja de tatuadores muy conocidos en todo el país, que destacaban por sus diseños tradicionales realizados con la técnica “hand-poked” o tatuaje a mano alzada, es decir, sin utilizar máquinas eléctricas, ya existentes en aquella época y cada vez más populares entre los artistas del tatuaje.

Maud y Gus tuvieron una hija, Lotteva, que, desde muy pequeña, aprendió a tatuar bajo la supervisión de sus padres (se dice que hizo su primer tatuaje a la edad de 9 años), llegando a convertirse después en una reconocida artista del tatuaje.

Gracias a su talento y dedicación al arte del tatuaje, Maud se convirtió en una de las artistas más famosas de su tiempo y continuó ejerciendo su oficio hasta su muerte, en 1961.

Jessie Knight: la primera tatuadora de Reino Unido

Otra pionera de la tinta fue Jessie Knight. Nacida en 1904 en Croydon, al sur de Londres, fue la primera mujer tatuadora de Reino Unido que gozó de reconocimiento a nivel mundial.

Jessie era hija de tatuador y artista de circo, por lo que desde pequeña creció muy vinculada a ambos mundos. Durante su adolescencia, Jessie participó en un espectáculo circense junto a su padre, que consistía en que éste disparaba con precisión a diferentes objetos a milímetros de su cuerpo. Sin embargo, un día su padre falló y una de las balas impactó en el hombro de Jessie, momento a partir del cual decidió abandonar el mundo del circo para dedicarse al arte del tatuaje.

Con tal solo 18 años, Jessie Knight era ya una experta tatuadora y en la década de los años 20 comenzó a trabajar como artista del tatuaje de manera profesional en Barry (Gales del Sur). Posteriormente, se hizo aprendiz de Charlie Bell en Chatham, en el condado de Kent, para finalmente mudarse a Hampshire (Inglaterra), donde abrió su primera tienda de tatuajes en el año 1936.

Tras contraer matrimonio, su marido le prohibió que continuara con la profesión de tatuadora, sufriendo así un parón de 8 años en su carrera, la cual volvió a retomar -y con gran éxito- tras su separación.

JESSIE KNIGHT

Jessie era especialmente conocida por sus diseños de estilo tradicional y fue una de las primeras tatuadoras en incorporar colores en sus diseños.

JESSIE KNIGHT

En 1955 participó en el concurso “Champion Tattoo Artist of All England” celebrado en Londres, siendo la única mujer participante de un total de 70 concursantes. Jessie obtuvo el segundo premio con un tatuaje que representaba una danza escocesa con figuras bailando sobre un paisaje de las Highlands, el cual ocupaba la espalda completa de un marinero.

Jessie Knight continuó ejerciendo su oficio de artista del tatuaje durante casi cincuenta años y su figura forma parte indiscutible de la historia británica de las mujeres y los tatuajes.

Mildred Hull: la tatuadora más famosa de la calle Bowery

Por último, no podemos olvidarnos de Mildred Hull, nacida en Connecticut, Estados Unidos, en 1897, aunque ya en su juventud se trasladó a Nueva York, donde se convirtió en una de las tatuadoras más famosas de la ciudad.

Mildred (conocida cariñosamente como Millie), que trabajó en sus inicios como bailarina de burlesque y artista circense, fue la primera mujer en abrir su propio estudio de tatuajes, llamado “Tattoo Emporium”, en la calle Bowery de Nueva York. Esta calle era conocida por sus numerosos estudios de tatuajes, en los que, en aquella  época, los tatuadores eran casi todos hombres. De hecho, Mildred no solo fue una de las pocas mujeres que trabajó en el Bowery de la ciudad de Nueva York, sino que fue la única tatuadora verdaderamente importante y reconocida en esa meca del tatuaje.

Aunque Mildred era conocida, sobre todo, por su talento en la realización de tatuajes de estilo tradicional, también mostró una enorme habilidad para la ejecución de diseños más artísticos y complejos.

Mildred Hull trabajó como tatuadora durante más de dos décadas, hasta su fallecimiento en el año 1947.

MILDRED HULL 2

En conclusión, la historia del tatuaje no puede entenderse sin reconocer el importante papel que desempeñaron estas tres pioneras que, gracias a su valentía y talento, abrieron camino para todas aquellas mujeres tatuadoras que vendrían después de ellas. Aún hoy en día, su legado continúa muy vigente en una industria en la que la presencia de mujeres tatuadoras y su pleno reconocimiento como artistas del tatuaje, tanto por el público como por colegas y profesionales del sector, es ya una realidad incuestionable.

 

 

Whatsapp logo