Todavía con la resaca de nuestro reciente viaje a Japón, qué mejor manera de recordar al país del Sol Naciente que hablando de una forma de arte corporal con siglos de historia en el país nipón: el tatuaje tradicional japonés.
1. ¿Cómo se llama al tatuaje tradicional japonés? Irezumi vs. Horimono
El tatuaje tradicional japonés suele definirse mediante el empleo de dos vocablos: irezumi y horimono.
El primer término, más genérico, hace referencia al arte de tatuar o al tatuaje en sí, es decir, sin alusión específica a una determinada categoría o disciplina artística. En japonés, el vocablo irezumi viene de ire o ireru que significa “insertar”, por lo que irezumi se utiliza para denominar a cualquier tipo de tatuaje en Japón, tanto a los pertenecientes al propio arte de tatuar japonés como a los que proceden de culturas foráneas y con independencia del procedimiento con el que se hubieran realizado (máquina eléctrica o cualquier otro).
Por el contrario, el término horimono, proviene, en lengua nipona, del verbo horu, que significa grabar, esculpir, cincelar, tallar o labrar, de ahí que este segundo término -mucho más preciso- se utilice en Japón para designar tanto a la práctica de grabado tradicional como a los tatuajes resultantes del empleo de esta técnica manual para tatuar.
2. ¿Desde cuándo existe el tatuaje tradicional japonés?
El tatuaje tradicional japonés es una forma de arte que ha estado presente en la historia y cultura de Japón desde hace siglos. Aun cuando existen discrepancias en cuanto a la época exacta a la que se remonta este arte corporal ancestral, sí se sabe que la historia del tatuaje tradicional japonés se inicia en el periodo Jōmon (14500 a.C.).
No obstante, no fue hasta el periodo Edo (1603-1868) cuando el tatuaje tradicional japonés experimentó un gran auge y se desarrolló como un arte auténtico y con identidad propia, popularizándose entre las clases bajas y oprimidas, que empezaron a tatuarse como una forma de rebelarse contra las autoridades y de identificación con el grupo, pueblo o comunidad a la que pertenecían.
3. ¿Cuáles son los diseños que predominan en el tatuaje tradicional japonés?
Los diseños predominantes en el tatuaje tradicional japonés están relacionados, en su mayoría, con elementos propios de la tradición y cultura japonesas, por lo que gozan de un marcado simbolismo y de un profundo significado. Algunos de los elementos que abundan en los diseños del tatuaje tradicional japonés serían:
- La flor de cerezo o sakura, una de las insignias nacionales de Japón y tradicionalmente asociada a la figura del samurai, que simboliza la fugacidad, la belleza efímera y la transitoriedad de la vida.
- El crisantemo, que representa la longevidad, la determinación y la tenacidad.
- La carpa o pez koi, uno de los motivos preferidos por los amantes del tatuaje tradicional japonés, que simboliza valores como la valentía, la perseverancia y la capacidad para superar los obstáculos de la vida.
- El dragón, que es un símbolo de poder, fuerza, virilidad y sabiduría.
- El león chino, figura habitualmente presente en las puertas de los templos budistas, que representa protección.
Adicionalmente, también es frecuente encontrar en los diseños del tatuaje tradicional japonés flores como la peonía o la flor de loto, y animales como la serpiente, así como figuras de deidades vinculadas a la tradición budista (principalmente, Buda o Kannon) o seres representativos de las creencias shintoístas.
El tatuaje tradicional japonés suele cubrir la totalidad del cuerpo, desde los tobillos hasta el cuello, incluidos los brazos, pero dejando libres de tinta los pies, las manos y la cabeza, de modo que el tatuaje no sea visible ni quede expuesto al ir vestido.
4. ¿En qué consiste la técnica para la realización de un tatuaje tradicional japonés?
En lo que respecta a su ejecución técnica, los artistas del tatuaje tradicional japonés siguen un proceso puramente manual en el que utilizan una varilla de unos veinte o treinta centímetros de longitud, fabricada normalmente en bambú o en metal, en cuyo extremo se inserta un número variable de agujas (puede variar de entre tres a veinticinco agujas según el resultado que se pretenda obtener, esto es, línea o sombreado), que soldadas entre sí absorben la tinta que después, mediante presión, se va introduciendo en la piel del cliente.
El maestro tatuador (en japonés, horishi) trabaja sobre el suelo, sentado o de rodillas (en posición de loto o seiza), con el cliente tumbado sobre el tatami del estudio. Con una mano estira la piel mientras que con la otra va introduciendo rítmicamente la varilla con las agujas y la tinta creando el tatuaje, y todo ello con un movimiento constante que produce un característico sonido al que, dentro del mundo del tatuaje tradicional japonés, se conoce como shaki-shaki.
5. ¿Cuál es la situación actual del tatuaje en Japón?
Pese a que la práctica del tatuaje ha formado parte de la tradición y cultura japonesas durante siglos, aún hoy, sigue recibiendo en Japón la exclusión social (así, por ejemplo, el acceso de personas con tatuajes a los onsen o baños públicos todavía está prohibido), debido a que los tatuajes continuan vinculándose por parte de la población nipona a la criminalidad y, más en particular, a la Yakuza y sus miembros.
No obstante, en los últimos años, la percepción de los tatuajes por parte de la sociedad japonesa ha ido experimentando una cierta mejoría e, incluso, han comenzado a celebrarse en el país convenciones y eventos relacionados con el mundo del tatuaje (como curiosidad, este año, 2024, se ha celebrado la primera edición de la Tattoo Convention de Tokio).
En cualquier caso, de lo que no hay duda es de que, gracias a su gran belleza y enorme simbología, el tatuaje tradicional japonés cuenta en la actualidad, y desde hace ya muchos años, con innumerables adeptos en todo el mundo que, muy probablemente, seguirán creciendo en el futuro.